Primero que todo quiero agradecer tan noble gesto de un viaje a la medida de permitirme compartir de mi reciente experiencia de viaje consciente. Y es que sin saberlo en eso fue en lo que se convirtió mi última travesía. Es importante aclarar que estas palabras están dadas desde mi experiencia, lo cual no significa que tenga que ser así para todos los viajeros.

Leyendo la entrada al blog de viajar con consciencia, me transportaba yo por este viaje a la hermosa isla de CUBA, mucho se ha dicho, mucho se lee y mucho también se aprende de tan hermoso destino. Además de cierta forma este post me ha dado un alivio al percatarme que en mis escasos viajes fuera del país, estos han sido de manera consciente.

El viaje a Cuba  se planeó para conocerlo no solo turísticamente sino también su realidad. Muchos blogs y videos lo recomendaba; lo cual me vino a confirmar que iba por buen camino en la planificación.

El itinerario aunque parecía un poco apretado en tiempo,  en realidad tuvo sus espacios para lograr conectar con la esencia del cubano, dicho sea de paso; son seres humanos excepcionales con capacidades asombrosas.

Poder vivir un país en su esencia también hace que los gastos durante el viaje sean más reducidos, porque te permite alejarte de lo tradicional y eso me gustaba más.

Desconectar por un lado y conectar con lo que importa

Cuba tiene una desventaja para los que viven fuera de ella y la visitan (hablando como extranjera); pero es una gran ventaja cuando caes en razón que precisamente eso es lo que te hace disfrutarla más. Eso que menciono se llama tecnología. No estoy en contra de la misma porque bien utilizada es una maravilla. Pero estar desconectado es lo que hace que empieces a disfrutar cada instante y le des un valor más grande a las cosas que experimentas y es porque realmente estás presente.

Y es que me pregunto, ¿Cuando fue que como humanos perdimos esa sensibilidad de darnos a los demás, de padecer con ellos sus necesidades o tan simple como tener empatía ante sus situaciones?. ¿Te has preguntado qué acción realizas cada día de tu vida para darle más valor a tu estancia en esta tierra? El sistema en el que vivimos hoy en día nos ciega tan atrozmente que los días, meses y años pasan y no reaccionamos, hasta que llegan experiencias a nuestra vida que nos dan una bofetada y nos ubica en la realidad.

En mi país, aquellos tiempos en los que en una acera, el autobús o un parque, conversar con un desconocido era algo común, ahora es visto como algo extraño y ciertamente peligroso. Cuando era niña podía jugar en los potreros, plazas y en el barrio a la hora que fuera y era seguro. Cuba hoy por hoy para mí es potencia en esto. Y nos hace reflexionar por qué hemos perdido esto y que podemos hacer para cambiar  y recuperar lo perdido.

La obra representa, en bronce y de forma abstracta, a dos personas conversando, en una actitud de serio intercambio de ideas, que simbolizan la importancia del diálogo para mantener y fortalecer los lazos de amistad entre los pueblos.Esta pieza única y original se llama “La Conversación” y es obra del consagrado artista contemporáneo francés Étienne Pirot

Por otro lado, hay cosas que damos por sentado, como es tener el sustento diario, fruta fresca, alimentos de calidad y el dinero para satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo olvidamos que a unos tantos kilómetros, naciones como estás no tienen tales ventajas de la forma que la tenemos. Mi padre y yo tuvimos la oportunidad de visitar algunos mercados y puestos de alimentos en la Habana y yo personalmente respiraba profundamente agradecida a la vida porque esa realidad no es la que yo vivo en mi país, pero por otro lado también comprendía que en medio de la necesidad y escases la esperanza no se pierde. Nunca faltará alguien que te permita poder llevar el alimento a casa. Además la experiencia te hace valorar muchos aspectos en tu vida.

Lo que aprendí de las cosas materiales

El Cubano en nuestro caso, nos enseñó a desprendernos fácilmente de lo material y esto no lo cuento para jactarme sino a manera de anécdota. A pesar de que llevaba algunos artículos para regalar, al final mi equipaje venía casi vacío, me desprendí de mis pertenencias con amor  y ver sus rostros de agradecimiento no tiene precio.

Hago un paréntesis en esto, no se trata de ir por las calles regalando como si fueras Santa Claus. Se trata de conectar con la gente, sentarse a conversar y que sea tu corazón el que te dicte con quien compartir. Nosotros compartimos desde snacks hasta ropa. Siento que si viajas consciente la misma vida te pondrá en el camino las personas indicadas.

Acá te dejo un ejercicio. Ve a tu closet y saca lo que no hayas usado en el último año y regálalo con amor a alguien que si le puede sacar provecho, guarda para tu experiencia de vida esa sensación.

Los cubanos son súper creativos, creo que se debe a que la necesidad en algún momento los ha hecho innovar a su estilo, muestra de esto son los autos y los mil y un artefactos dignos de un premio a la creatividad. ¿Será que para nosotros tener todo a la mano nos ha hecho perder tan maravillosa habilidad?

Son súper educados pero también tienen su carácter, lo cual me parece perfecto.  Muchos viajeros dicen frases como: Cuba esta como congelada en el tiempo, pero sentarse en unas de sus fortalezas con una vista espectacular y poder oler la tranquilidad y sentir la ausencia del mundo agitado en el que vivimos, es invaluable.

Les cuento otra, debajo de un aguacero el día antes de partir sin nadie alrededor encontramos 25 CUC. Le dije a mi padre CUBA nos ha dado tanto en estos días que este dinero se queda en CUBA y de igual forma como hicimos durante el viaje, todo se alineó para darlo de vuelta a alguien que lo necesitaba.

Pero conciencia no es solo con los seres humanos. Es también con los animales y la naturaleza. Lo que nos quedaba en el plato de comida lo colocábamos en una bolsa y salíamos a buscar perritos y gatitos hambrientos. Somos 100% amantes de los animales así que imagínate lo que sentíamos. Esto es una práctica que tenemos en nuestra vida y aplicamos incluso en nuestro país.