Una noche de lucha libre es una de las experiencias que más puedo recomendar de las que conocimos en el viaje relámpago a Ciudad de México.

La lucha libre mexicana es parte de la tradición del país, lo consideran el deporte más popular (obviamente después del fútbol). Las luchas son televisadas, pero en vivo es imposible no contagiarse del gran ambiente.

Ya llevábamos la espinita desde que estábamos planeando el viaje, pero nos terminamos de decidir cuando en el Hostal nos ofrecieron un tour manejado por ellos mismos. Nos consiguieron las entradas, una máscara y antes de salir compartimos un tequila (varios más bien) con los demás compañeros de hostal que iban a la noche de luchas. Fuimos a el Arena México en el centro histórico (mira nuesto Itinerario relampago: Ciudad de Mexico en 4 días)

Te encuentras a los fanáticos de la lucha libre que se creen todo lo que pasa en el ring, gritan y maldice seriamente molestos. También verás cantidad de personas que no hablan español, pero se apuntan a disfrutar la experiencia: este tipo de actividad no ocupa muchas palabras.


El evento tiene varias peleas, algunas 1:1, otras en equipos. Algunos luchadores llevan máscara, la cual pueden apostar contra un contrincante en una pelea máscara por máscara. Si la pierden no podrán usarla nunca más. Les digo de una vez que, aunque me parece admirable la flexibilidad y preparación física de los luchadores, el asunto es más teatral que de violencia.

lucha libre ciudad de mexico

El día que fuimos vimos luchadores mayores que dieron un excelente espectáculo. Todo esta fríamente calculado: en los equipos incluyen alguno mayor para que el público se enloquezca de ira cuando los contrarios lo maltratan. Y si logra remontar contra el rival la gente lo celebra con más ganas.

Mientras se parten la madre en el ring te ofrecen diferentes snacks y cervezas para pasar el rato. Lo que no te recomendamos es comprar máscaras dentro del recinto de lucha, los precios son mucho más altos de los que encuentras en los alrededores.


La pelea final de la noche fue entre dos grupos de luchadores, todo estaba muy tranquilo hasta que anunciaron que iba a luchar nada menos que el llamado «hijo bastardo de Donald Trump» y entró este hombre de dos metros, con una bandera norteamericana con la cara de su presidente, y lo peor: la actitud desafiante del mismo Trump.

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Sam Adonis y su equipo ganaron la última y más importante pelea de la noche, luego de maltratar y hacer trampa contra a su contraparte mexicana: El Negro Casas y su equipo. Sobra decir que todo el público hervía en furia cada vez que humillaba al Negro. Terminada la lucha, astutamente el Negro Casas retó al gringo a una lucha uno a uno: cabellera contra cabellera. A lo que el gringo respondió moliéndolo a golpes ahí mismo (aprendí cantidad insultos en jerga mexicana ese día).

En resumen, una noche de lucha libre garantiza un espectáculo donde la eterna lucha de los buenos y los malos no pasa de moda, entretiene y hasta logra unir a las personas.


2 comentarios

Cyntia · 26/03/2019 a las 05:39

hola!!! consulta, cuál es precio para el ingreso a las luchas…
*Pondré en practica sus recomendaciones cuando llegue a Mexico

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