Viajes 2020: en el avión de la incertidumbre
Hoy hace 8 años iba camino a Europa.
Recuerdo como si fuera ayer la emoción tan grande que sentí, ese viaje fue un despertar después de uno de los años más duros de mi vida. Tenía entonces poco más de un año de haberme despedido de mi mamá, que murió en abril del 2011.
Hoy, 8 años después de ese momento lleno de curiosidad, de sentir a la vida llamándome de vuelta al mundo de los vivos, la sensación es otra completamente.
Sin duda para mi este 2020 ha sido otro año de retos, de conflicto, y una palabra que ustedes y yo conocemos más que bien: INCERTIDUMBRE.
Los viajes no son la excepción para la incertidumbre de estos tiempos. Me basta decirles que mañana es la fecha que teníamos mi esposo y yo para salir de Costa Rica a Japón en un viaje muy anhelado y obviamente cancelado.
¿Cuándo volveremos a viajar?
¿Será seguro estar en un avión con tantas personas por largo rato?
¿Será increíblemente costoso?
¿Qué pasará con los hoteles y la industria del turismo a nivel mundial?
Esas preguntas se quedan cortas para el momento, y aún así puedo sentir el sin sabor de la culpa asomándose en mi garganta.
¿Quién piensa en viajes cuando la economía va en picada, cuando hay gente que no tiene que comer, cuando hay familias sufriendo el dolor de una pérdida inesperada?
Entonces recuerdo que extrañar viajar es extrañar encontrarme conmigo, enamorarme de la vida, es volver a tener esperanza en el mundo. Y eso lo puedo hacer hoy y ya.
Recuerdo también que el sufrimiento no es comparativo ni es necesario que sea monopolizado hacia un grupo de personas.
Que el dolor que no nos hace accionar y acercarnos a otros nos puede consumir. Es momento de tomar acción desde las posibilidades de cada uno.
Que no sabemos que va a pasar, eso es cierto, pero… realmente nunca lo sabemos. ¿Quién compra un boleto o reserva un hotel con seguridad de estar vivo para la fecha? Eso no existe, en tiempos de coronavirus ni fuera de este.
Que quien tenga medios para viajar cuando sea posible estará aportando a miles de familias que viven del turismo.
Que mi propio país es un paraíso y, si tengo los medios para viajar dentro de él, estaré ayudando a mis propios hermanos costarricenses.
Que esto también pasará. Que tarde o temprano saldremos de esta, como mejores personas porque nos llevamos el regalo de sabernos vulnerables, de haber recordado que somos uno porque nos dimos la mano entre todos para salir adelante, y que la vida es hoy.
Volveremos a viajar, no hay duda. Tarde o temprano, con más esfuerzo tal vez.
Pero vivir, descubrir, reencontrarnos con quienes somos, para todo eso no tenemos que esperar. Eso lo tenemos a disposición ya , solo hace falta cambiar el enfoque.
Que esta pandemia no pase en vano. Que no se vaya sin volvernos más humanos.
1 comentario
Kay Rios · 15/05/2020 a las 19:50
Sin duda alguna los pensamientos que nos llegan a todos en este tiempo. Estamos viviendo algo que es nuevo para todos pero sin duda sabremos empezar de nuevo, renovados.