Cómo combinar los viajes
con tu alta sensibilidad

Si te gusta viajar como a mí ya sabrás apreciar lo hermoso de ver cómo en diferentes partes del mundo se vive de maneras tan diversas. Hace un par de años me dí cuenta de yo experimentaba el mundo y los viajes un poco diferente que la mayoría y es porque soy altamente sensible.

No es ninguna enfermedad ni nada por el estilo, simplemente algunos vivimos sintiendo más intensamente la vida, y los viajes también. Quiero contarte un poquito de este rasgo de personalidad que me acompaña desde que nací y moldea mis viajes de manera especial.

Ser una persona altamente sensible (PAS) es tener los mismos retos que todos, pero sentirlos más fuerte. Lo bello y alegre de la vida lo gozamos tan profundamente como nos duele lo triste y oscuro. Lo que pasa es que somos más sensibles a los estímulos del ambiente, llámense olores, sonidos, colores, sensaciones y sabores. Además de percibir más fuerte estos estímulos también nos pasa con las personas, tendemos a ser muy empáticos.

Toda esta información que nos dan esos estímulos externos se suma con que tendemos a ser personas analíticas con una profunda vida interna. Entonces si sumamos lo exterior con lo interior te darás cuenta por qué es fácil que a veces nos abrumemos con tanto estímulo. De ahí que tendemos a ser muy emocionales y a veces se nos salen las emociones por los ojos.

Si vuelves a leer los dos párrafos anteriores pensando en los viajes estarás de acuerdo conmigo en que un viaje se vuelve un reto para una PAS. Eso sí, un reto con el que si nos dejamos fluir nos dejará muchísima alegría y nos permitirá aprovechar los regalos de este rasgo.

Así lo vivo yo mi alta sensibilidad al viajar

Noto mi sensibilidad desde antes de viajar, cuando planeo mi viaje y me encuentro un mundo de opciones a veces me sobrecargo. En esos momentos necesito tomar pausas para luego con la mente más tranquila decidir que quiero hacer y que no.

Te confieso desde un lugar muy vulnerable que los días antes de un viaje entre tanta preparación  más las ganas de viajar y un poquito (bastante, la verdad) de ansiedad por no saber cómo van a salir las cosas termino llegando al aeropuerto llena de estrés. Son muchas cosas al mismo tiempo tanto por fuera como dentro de mi mente, por eso uso esta lista para que no se me olvide nada. Sin embargo es un área difícil para mi. 

Durante los viajes, aún desde antes de saber que soy PAS, me escucho mucho para cuidarme, mi cuerpo y mi mente me van avisando cuando es demasiado y necesito una pausa. Por eso es prioridad para mi hospedarme en lugares tranquilos y cercanos a las actividades que quiero hacer. Y es que me hace bueno parar un rato y resetear mi cerebro para volver a disfrutar y enamorarme de lo hermoso de los lugares.

Sobre esto quiero admitir que, aunque lo he hecho de forma natural porque es lo que me pide mi cuerpo, siempre he sentido algo de culpa. En mi mente está la creencia de que para ser un buen viajero tienes que ver todo y hacer mil cosas, es que estas pagando un montón de dinero para estar ahí! Y puede que no vuelvas nunca más, etc…

Y sí, todo eso es cierto. Pero también es cierto que si no respeto mis ritmos disfruto mucho menos porque me pongo ansiosa y perfeccionista. Francamente me complico la vida sola y no disfruto. Aún el lugar más bello del mundo, si por dentro me siento un caos lo de afuera no logra ser suficiente para disfrutarlo. 

Entonces me he ido conociendo en cada viaje y ya tengo más claro en qué puntos puedo salirme de mi zona de confort y en cuáles es mejor cuidarme un poco más.

Aprovecho mi sensibilidad para disfrutar la gastronomía de los lugares, en eso me atrevo a probar y me hace sentir muy feliz encontrar cada sabor y combinaciones diferentes.

Amo los tours donde cuentan historias y me llenan de empatía hasta sentir el corazón lleno de emociones. También amo caminar con mi esposo por las calles de cualquier ciudad, es algo tan hermoso para mí como podría ser para otra persona visitar en un día la ciudad completa y sus principales atracciones.  Y las bibliotecas… podría hablar todo el día de lo que amo las bibliotecas.

Más que extenderme hablando sobre mi experiencia quisiera invitarte a que prepares la tuya, a tu medida. 

Si eres PAS y ya has regresado de un viaje abrumado, necesitando vacaciones, te dejo algunos tips para que pruebes en los próximos:

Tú ya sabes

Nadie en el mundo te conoce mejor que tú. Tú ya sabes qué se siente bien y qué se siente mal.

Yo descubrí la teoría sobre este rasgo hace un par de años, pero ya en mis viajes tomaba las medidas para cuidar mi energía porque sabía que si no lo hacía quedaba a un paso de colapsar en medio del viaje.

Escucha tu intuición y tu cuerpo, tú sabes cual es el ritmo y las actividades que disfrutas. No te dejes llevar por el rush de ver mil lugares y mil atracciones en poco tiempo si sientes que eso no es lo que disfrutas. Cada viajero tiene el derecho de viajar a su medida, y eres tú quien tiene que estar claro en eso para poner tus límites.

Planea un itinerario a tu medida

Busca que las actividades que vas a hacer durante el viaje sean variadas, de modo que tengas días pesados seguidos de otros tranquilos para que puedas encontrar equilibrio.

Si por alguna razón no es posible recuerda que puedes tratarte con amor y compasión si te sientes abrumado. Recuerda que estas viviendo muchas cosas nuevas, olores y sabores diferentes, culturas distintas a la tuya, a veces hasta horarios muy diferentes. 

Si viajas con otros

No siempre viajarás con otros PAS o al menos introvertidos, indudablemente tenemos familias y amistades muy diversas. 

Entonces te sugiero dos cosas: primero que hables, que comuniques que es lo que necesitas para poder negociar y encontrar maneras de hacer las cosas. Tal vez en algunos momentos puedes recargar tu energía en actividades más tranquilas mientras los demás siguen con otro plan. A veces es lo más sano para todos.

Por otro lado, te invito a que seas flexible y no aspires a la perfección. No siempre se podrá encontrar los ritmos ni los espacios que necesitas pero siempre podrás mejorar la experiencia si entiendes qué es lo que pasa.

Busca tus maneras de cuidar tu energia

Para esas veces en que nos vemos en ambientes muy sobrecargados (o tu te sientes así) es bueno tener claro que herramientas tenemos para cuidar nuestra energía.

Por ejemplo sucede cuando tienes que pasar el día entero en aeropuertos, es entonces donde puedes usar tus maneras personales para aislarte un poco del mundo. Personalmente busco leer también, uso audífonos para cancelar el ruido o un momento con los ojos cerrados.

Prueba

No quiero que pienses que se trata de quedarnos en nuestra zona de confort, de verdad que eso no es posible cuando viajamos! Se trata de escucharnos y balancear lo que nos llena de estímulos con momentos de más calma.

Sigue tu curiosidad, disfruta de cosas nuevas! Al final las emociones y los sentimientos que nos regalan los viajes son los verdaderos souvenirs, eso que nos llevamos con nosotros y nos acompaña siempre. 

Como ves, este es un tema que me apasiona, por eso esta web tiene ahora un proyecto hermano que se llama Uno de Cada Tres que son comunidades donde hablamos de introversión y alta sensibilidad. Puedes integrarte a la comunidad en Pinterest, Instagram o Facebook, pero especialmente me gustaría saber de tus experiencias eres una PAS viajera, cuéntame por favor en los comentarios de este post, será un gusto leerte! 

0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Quiero suscribirme

Recibe como regalo el Ebook Mapa de ruta para planear tu viaje de reconexión.
Solo déjame estos datos: