5 razones por las que terminas pagando de más por un viaje

Me atrevo a decir que nadie quiere pagar de más en un viaje, ni siquiera quien tiene mucho dinero. Aclaro: al decir «pagar de más» me refiero vivir la misma experiencia de viaje que otra persona que pagó mucho menos. 

Voy a hablar con total sinceridad sobre este asunto: me duele el alma y la billetera cuando veo amigos o clientes cometer estos errores. Y es que lo que me parece triste es que son 100% evitables, no requiere mayor conocimiento de viajes, es más un asunto de organización. 

Por eso escribo esto, para que te organices y gastes en lo que tu quieres y no en gastos innecesarios pero obligatorios. 

Endeudarse para viajar

Dicen que viajar es el único gasto que te hace más rico, y yo estoy de acuerdo. Pero esa frase de sabiduría popular dice gasto, no deuda.

Un préstamo para viajar a la larga puede hacer amargos los recuerdos, ya que meses después (o años en el peor de los casos) seguirás pagando la cuota de algo que ya disfrutaste. 

Entre más plazo más se paga de intereses, y a veces el monto final es suficiente como para haber hecho el viaje dos veces. 

Será muy aburrido y poco emocionante, pero no hay nada como el simple y sencillo ahorro para pagar lo justo. Y no tiene por qué ser complicado ya que podemos usar desde el método del chanchito o la alcancía que aprendimos a usar de niños hasta un ahorro programado en que el banco va guardando la cantidad que defines o un fondo de inversión. 

De monedita en monedita se hace un montón y se disfruta el viaje con tranquilidad de estar pagando con dinero que ya tienes. 

Comprar los boletos a última hora

Por tercera vez en 2019 le ayudé a una persona a comprar sus boletos aéreos para un viaje familiar en los últimos días de noviembre, y por tercer año consecutivo se compraron a menos de una semana de la fecha del viaje.

A veces salen ofertas de último minuto y es un excelente negocio, eso no lo niego, pero usualmente se paga mucho más que si los compras con al menos 90 días de anticipación. 

Si sabes las fechas de tus vacaciones el mejor negocio es definir tu destino y comprar con tiempo, en el momento en que veas un buen precio. La indecisión solo complica el panorama ya que entre más se acerca la fecha será más probable que los asientos económicos estén vendidos.

Reservar hospedaje demasiado cerca de la fecha

El error anterior complica este punto también. 

Los hospedajes que tienen mejor relación precio calidad suelen ser los que se reservan primero, así que quienes lo dejan para último se encontrarán con lo que queda.

En el caso de Airbnb a pocos días de la fecha se encuentran hospedajes con pocas o ninguna valoración de otros usuarios, o simplemente lugares que no se reservarían usualmente por estar lejos de las zonas turísticas o no tener muy buen servicio. 

En cuanto a hoteles la oferta normalmente es mayor, pero tiende a suceder algo similar.

No llevar un presupuesto o no ajustarse a él

No se trata de si viajas con mucho o poco, el dinero es energía y la energía usada con intención y consciencia tendrá consecuencias positivas. 

Tampoco es asunto de ser rígidos y militares con el gasto, se trata de encausar el dinero hacia donde nos interesa. Por eso recomiendo que antes de viajar tengas una idea de cuanto vas a gastar en cada rubro (comida, transporte, tours, compras, etc) y asignar una cantidad para gastos imprevistos.

Si no tienes definido un monto diario de lo que quieres gastar es posible que te encuentres al final del viaje sin efectivo o sin capacidad de pago ya que, amigos míos uds lo saben, la plata vuela muy rápido si no ponemos límite! 

Comprar de más por ejemplo puede hacer que te encuentres con maletas que pesan más de lo permitido y tengas que gastar para llevar ese equipaje en tus vuelos. 

Sobregirar la tarjeta de crédito

Y del punto anterior nos venimos a este que es consecuencia directa. 

Llegar a un lugar y darse cuenta de que es mucho más costoso de lo que nos imaginábamos es el principio de una relación tormentosa con la tarjeta de crédito. Se van acumulando los vouchers que no tienen ahorros que los respalden y al volver a casa aparece la «sorpresa» en el estado de cuenta.

Yo espero que no te pase, pero si así fuera lo mejor será buscar algún préstamo personal al menor plazo e interés que te sea posible pagar. Normalmente el interés de un préstamo es menor que el de la tarjeta y casi siempre puedes pagar adelantado sin penalidad. 

Dejar el saldo faltante en la tarjeta va teniendo un efecto bola de nieve donde uno siempre pierde. 

¿Ves que son cosas muy sencillas? Sin embargo pasan más de la cuenta, y muchas veces por simple desconocimiento. 

Que tu dinero vaya donde tu quieres y no donde no queda otra más que pagarlo. 

Y que tengas un 2020 lleno de abundancia en viajes, amigos, experiencias y mucho crecimiento! Gracias por estar aquí.

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